Incluir una instalación fotovoltaica durante la construcción de la casa no solo simplifica las cosas en términos de logística, sino que también reduce los costos. Tiene sentido instalar módulos solares en el techo mientras el andamio está montado y, así, hay otros posibles ahorros debido a la menor planificación y costos de desplazamiento del instalador. También puede agregarla al préstamo bancario general, en vez de tener que solicitar otro más adelante.
Ya vemos un panorama en el que todas las cosas de la casa funcionan con electricidad: refrigeración y calefacción con una bomba de calor eléctrica, calentamiento de agua y, claro, la carga de los vehículos eléctricos. Esta tendencia seguirá aumentando, y tener una instalación fotovoltaica significa que no podría estar mejor preparado. Otros componentes, como un sistema de almacenamiento, se pueden añadir si los necesita y cuando los necesite.
Estudios internacionales muestran que montar una instalación fotovoltaica aumenta considerablemente el valor de su casa en hasta un 5% según la región y el tamaño del sistema.
En 2019, en la mayoría de los países del mundo, el precio promedio de la electricidad de la red pública era sustancialmente más alto que el precio que pagaría por energía fotovoltaica autogenerada. En países como Austria, España, Brasil, Australia y muchos otros, el precio de la electricidad de la red pública es dos o hasta tres veces más caro que el precio de la energía de su propio techo.
Añada a todo esto que los costos de energía siguen aumentando alrededor del mundo. En los últimos 20 años, el precio se ha duplicado en la mayoría de los países, y esta tendencia se mantendrá en los próximos años. Con una instalación fotovoltaica, usted produce su propia energía totalmente independiente del mercado, así que ya no tendrá que preocuparse por los crecientes costos de la energía.
La fotovoltaica produce energía ecológica que no emite CO2. Tener una instalación fotovoltaica significa que usted desempeña un papel fundamental en la revolución energética.